23 de enero de 2010

~ Este síndrome incurable de quererte tanto.-

Ella sale a la calle, camina, huye con los ojos llenos de lágrimas. Los hombres no le miran los ojos enrojecidos y llorosos, le miran las piernas apretadas en los jeans. Pasan los autos, la invitan a subir. No quieren consolarla, quieren aprovechar para sacarse la calentura de la entrepierna. Un hombre se le acerca y ella grita, grita fuerte. No puede controlarse se le ha soltado el último alfiler que la sujetaba a la cordura, si supiera que muerta podría verle la cara a él, se tiraría bajo las ruedas de un auto para gozar de la expresion de asombro, de tristeza o de horror que podria causarle su cadaver ensangrentado, cortado, roto. Ese cuerpo que él amo, acarició, estremeció. ¿Por qué no pueden girar hacia atrás las agujas del reloj? desandar horas, días y meses y quedarse quietas para siempre en el momento en que ella creía que él la quería. En el momento en que seguramente él la quería, ¿Por qué no? ¿Por qué dudar hasta de eso? ¿Por qué estar absolutamente segura del dolor y no estar capacitada para creer ni remotamente en la felicidad?Vuelve a su casa, toma una pastilla y se acuesta. Cuando mañana suene el despertador será otro día.. ¿Será otro día?

2 comentarios:

@anafleita dijo...

Si, sera otro día para volver a empezar (:
Es re lindo eso ♥ Te amo dúo dinámico, no sabes lo que sos para mi!

melanic dijo...

Hace mucho no pasaba a dejar mi huellita por acá. (corte que no tenia pc igual). Te amo muchiiiiiiiiiiiisimo amiga ♥